sábado, 8 de enero de 2011

La Gerencia Universitaria


La gerencia constituye el soporte estructural de la gestión que afecta a los más variados sectores de la organización. Una estructura cada vez más profesionalizada y motivada que actúa en un entorno cada día más exigente en términos de rendición de cuentas .

Es correcto cuando se señala, que la universidad es un sistema complejo y delicado, sin duda, encargado de generar y transferir conocimiento en régimen de alta competitividad, nacional e internacional, luchando por fondos y contratos, subvenciones de investigación o nuevas instalaciones. Y todo ello dentro de un marco normativo venezolano muy complicado, en donde la intervención del estado es determinante en su comportamiento, especialmente para las universidades públicas.

No nos debe sorprender que se manifieste que sólo con gestores y rectores muy capaces podrán las universidades lograr la excelencia que el presente demanda, ante los constantes retos y cambios que se manifiestan. Un corolario es la creciente pugna por atraer y conservar a los directivos más cualificados, que no impide mantener un estilo abierto de coordinación, identificando y difundiendo las mejores prácticas en la búsqueda de un servicio público más eficiente .

Lo cierto, que la realidad del comportamiento organizacional de la Universidad ha dejado mucho que decir en algunas de ellas, demandando una buena gerencia universitaria perjudicando especialmente ante un escenario como en el caso que nos concierne el de Venezuela, que afronta grandes turbulencias, producto de los cambios dinámicos que se manifiestan, producto de las acciones del actual gobierno que se ha propuesto desarrollar un nuevo socialismo del siglo XXI, además de los grandes retos, amenazas, oportunidades que la globalización genera.

Muchas de las universidades nacionales muestran una significativa ausencia de una gerencia capaz de afrontar dichos cambios, gerenciar adecuadamente sus recursos y favorecer el desempeño de la universidad en beneficio de todos.

Las universidades, especialmente las públicas, presentan grandes deficiencias en su gestión, mucha improvisación, ausencia de cohesión de equipos bien integrados en pro del desempeño de las funciones que favorezca el logro de sus objetivos, como es la de proporcionar profesionales capacitados de acuerdo a los requerimientos que el presente demanda.

A ello se agregan otros aspectos que reafirman la ausencia de no contar con una buena gerencia, como:

· Ausencia de un enfoque estratégico y de estrategias para actuar en un entorno cambiante y "turbulento"
· Sus directivos no han sido preparados "para dirigir"
· Los métodos de enseñanza prevalecientes son "eminentemente reproductivos"
· Limitaciones en la producción científica propia
· Insuficiencia casi absoluta de trabajos multi, inter y transdisciplinarios
· Falta de "agresividad" en la gestión de ofertas de servicios científico-profesionales a la comunidad.
· Ausencia de redes de investigación que favorezca a la comunidad
· Poca participación en la colaboración de proporcionar apoyo, sugerencias, propuestas en pro de la solución de problemas nacionales
· Mala administración de sus recursos financieros.
· Desperdicio del uso del capital humano
· Actualización de los conocimientos a impartir que ayuden a enfrentar los retos que el presente demanda.
· Excesivo conflicto organizacional que genera constantemente climas organizacionales negativos
· Improductividad y calidad académica cuestionable.
· Uso inadecuado del poder
· Pocas habilidades de negociación
· Comunicaciones inefectivas

Lo cierto, que la gerencia universitaria venezolana, caso que nos concierne, debe identificarse proactiva y eficientemente ante los nuevos retos que afronta, garantizar, productividad, participación, compromiso, manejo adecuado de sus recursos, asumir la cultura de la evaluación, de la calidad y del valor añadido diferencial como bases sobre las que asentar la competitividad universitaria. Es necesario crear estructuras organizativas específicas eficientes, menos burocráticas con personal de excelencia, seleccionados por sus conocimientos, no por amistad, compromisos políticos, así como utilizar intensivamente las nuevas tecnologías para dar apoyo a los nuevos procesos docentes y de gestión, estructuras y herramientas que deben ser más próximos y más útiles para la toma de decisiones de la dirección .

Por último, no olvidemos lo que sobre este tópico nos aporta Mateo Aquino, que la gerencia universitaria tiene que ser ejercida en base a un conjunto de valores que han sido debidamente identificados y recogidos en el marco legal regulatorio, como son: la identidad y cultura nacional; el respeto al ser humano, su dignidad y su libertad; la libertad de discusión y el pluralismo ideológico, político y religioso; el espíritu democrático, la justicia social y la solidaridad humana; el rigor científico y la responsabilidad ética en la búsqueda y construcción del conocimiento; la creatividad, la criticidad, la integridad y la responsabilidad; la igualdad de oportunidades en el acceso a los beneficios de la educación superior, sin que medien prejuicios por origen social, etnia, religión o género; la autoestima cultural y del talento nacional; el aprecio de la capacidad innovadora y de invención; la actitud de servicio y rendición de cuentas a la sociedad como beneficiaria y sustentadora de las actividades académicas, científicas, tecnológicas y culturales; la actitud de cooperación y solidaridad entre los seres humanos, las organizaciones y las naciones; la actitud prospectiva, de apertura al cambio y la capacidad de adaptación a los cambios nacionales e internacionales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja un comentario para la discusión.